La causa que provoca más rechazo hacia la construcción en madera en España es su supuesta facilidad de combustión, pero, el comportamiento de una vivienda de madera en presencia de un incendio es mejor que otras construcciones con otro tipo de materiales.
Una estructura metálica se puede derrumbar al poco tiempo de comenzar un incendio debido a las alteraciones que se producen en los elementos metálicos y a su pérdida de resistencia. Por su parte, la construcción en hormigón puede llegar a ser inhabitable dependiendo del alcance del fuego y, aunque la estructura todavía permanezca en pie, en muchas ocasiones no queda más remedio que derribarla.
Una casa de estructura de madera se protege gracias al conjunto de capas que configuran el muro y que aumentan su resistencia y estabilidad ante el fuego. Los materiales que se utilizan como recubrimiento y aislamiento pueden contribuir a demorar la acción del fuego.
En cualquier caso, es considerablemente más sencillo reparar los daños ocasionados en una vivienda de madera que en una tradicional, ya que muchas veces bastaría con cambiar la tablilla interior (Hay que tener en cuenta que la mayoría de los incendios comienzan en el interior por descuidos, como puede ser: que arda una cortina, un sofá, un cruce eléctrico, etc), aunque ningún tipo de construcción es ignífuga; todas los tipos de construcción arden ante el fuego.